Si gran parte de tu día transcurre frente a un ordenador, la salud de tus ojos puede resentirse. La fatiga visual es un mal contemporáneo ¿Acaso nunca has dicho, restregando tus ojos, que precisas unas vacaciones o un buen descanso?
Lo cierto es que al mismo tiempo que el mercado tecnológico adquiere más y nuevos clientes, los inconvenientes en la salud visual se incrementan notablemente. Hablamos del Síndrome Visual Tecnológico, una patología que se extiende con el uso prolongado de ordenadores, móviles, e-books y/o videojuegos, entre otros dispositivos.
¿Qué es lo que irradian los monitores de cualquiera de estos dispositivos? Los rayos se dividen entre ionizantes y no ionizantes. En los primeros se encuentran los rayos X, mientras que en el otro grupo se ubican los ultravioletas e infrarrojos. A esta ecuación se añade la carga electrostática en la superficie de las pantallas: basta con que acerques tu mano al monitor para comprobarlo.
Entre las manifestaciones más habituales aparece la irritación, el enrojecimiento, la presencia de ojeras, sequedad o lagrimeo excesivo, picazón, y eventuales jaquecas, además de las consecuencias que estos hábitos conllevan a largo plazo en lo que refiere al bienestar de tus ojos.
Pero no debes quedarte con los brazos cruzados. Puedes tomar medidas para que tus ojos sigan brillando o, si ya no lo hacen, que comiencen a recuperar paulatinamente su plenitud. Por eso, toma nota de los siguientes consejos:
- Escucha a los profesionales: un optometrista determinará si precisas utilizar gafas. En las lentes se recomienda incluir un sistema anti-reflejante que será un escudo de protección entre las radiaciones y tus ojos.
- Personaliza tu espacio: ten en cuenta que el ambiente se encuentre bien iluminado, posicionando el monitor en forma perpendicular a los accesos de luz. Colócate a una distancia de, aproximadamente, 80 centímetros respecto a la pantalla. Pon especial atención a la altura en la que ubicas el dispositivo.
- Dale un descanso a tus ojos: haz pausas por intervalos y pestañea de modo que tus ojos se lubriquen correctamente. Para evitar la sequedad, puedes ayudarte con lágrimas artificiales. Las consigues en cualquier óptica o farmacia.
- Auxilios naturales: la naturaleza puede ser una aliada para tus ojos. Consulta con tu médico nutricionista qué alimentos puede añadir a tu dieta, que resulten beneficiosos para la salud de tu visión.
- Finalmente, ten en cuenta que los buenos monitores incorporan una tecnología superior en cuanto al refresco de la imagen, lo que se traduce en menor cansancio visual. En definitiva, se trata de una inversión para tu salud que repercutirá en tu bienestar, en un incremento en el ámbito laboral, o satisfacciones plenas y sin agotamientos, si acaso eres un amante de los videojuegos o de la lectura en soportes digitales.