Los problemas de visión más habituales en niños son los defectos de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo), la ambliopía (ojo vago), el estrabismo y la discromatopsia (alteraciones en la visión del color).
Ojo vago
La ambliopía u ojo vago afecta a alrededor de un 2-5% de la población y es una de las causas más comunes de pérdida de visión en los países desarrollados. Hay que estar alerta si el niño es prematuro o hay antecedentes de ojo vago en los familiares, problemas de refracción o problemas de retina. Es importante diagnosticarla cuanto antes mejor. Aunque suele ser asintomático, algunos signos pueden ser:
Dolores de cabeza o de cervicales.
Cuando ya ha aprendido a leer, se salta palabras o confunde letras.
Mala alineación de los ojos
El estrabismo afecta a entre un 3% y un 6% de la población. Es necesario diagnosticarlo a tiempo, ya que una de las causas que puede desencadenarlo es la ambliopía que, en niños, puede corregirse con tratamiento, mientras que no puede corregirse en edad adulta.
Algunos de los signos pueden ser:
Mala alineación de los ojos
Los ojos no se mueven a la vez hacia la misma dirección.
Inclinación de la cabeza hacia un lado para mirar a puntos concretos.
Guiña los ojos o se los frota habitualmente.
El niño tuerce o cierra un ojo para enfocar.
Problemas de refracción
Los defectos de refracción (astigmatismo, miopía e hipermetropía) afectan a alrededor del 20 % de los niños.
Síntomas de miopía
La miopía aparece a menudo alrededor de los 6 años y suele dar algunos de los siguientes síntomas:
Entornar los ojos para enfocar a larga distancia
Confundir personas que se encuentran a una distancia más o menos lejana
Preferir actividades para las que se requiere el uso de visión cercana.
Acercarse los objetos para verlos o leer.
Mirar la televisión o el ordenador de muy cerca.
Entrecerrar los ojos para enfocar
Síntomas de hipermetropía
La hipermetropía suele ser fisiológica, con lo que está presente en la mayoría de niños al nacer. Sin embargo, va desapareciendo a medida que el ojo va creciendo. En algunos casos, sin embargo, puede persistir de por vida. Si se trata de una hipermetropía elevada no corregida, puede provocar ambliopía o estrabismo.
Puede provocar signos como:
Dolor de cabeza al realizar actividades de visión cercana
Cansancio ocular tras realizar este tipo de actividades
Enrojecimiento
Inclinación de la cabeza hacia atrás
Entrecerrar los ojos para enfocar
Estrabismo
Otras señales de problemas de visión pueden ser el mal rendimiento del niño y la falta de atención y concentración, manchas blanquecinas en la zona de la pupila, molestia frente a la luz, enrojecimiento de los ojos, posiciones no naturales de la cabeza para enfocar, dificultad para distinguir los colores… Ante cualquiera de estos síntomas, es imprescindible citarse con un oftalmológo para realizar una revisión oftalmológica completa y recordar que todos los niños deben someterse a dicha revisión oftalmológica alrededor de los 3 años con el objetivo de detectar cualquier defecto visual.