Aquí tienes unos consejos:
- Los lentes de contacto son ideales para viajar. Pero, ¿cuánta solución puedes llevar en el avión? Éstas son algunas respuestas y más consejos simples para tus viajes.
- Puedes llevar pequeñas cantidades de gotas para los ojos y otros líquidos en su bolso de mano (100ml máximo). Es probable que cantidades superiores se permitan únicamente en su equipaje registrado.
- Es recomendable que lleves dos pares de lentes adicionales por si se te pierden o dañan el par que estás usando.
- Las cabinas de los aviones son muy secas y por eso te puede producir incomodidad. Lleve un frasco de gotas lubricantes (lágrima artificial) del tamaño permitido, por si acaso.
- Para un viaje verdaderamente cómodo, ten en cuenta colocarte un par de lentillas nuevas cuando llegues a tu destino.
- Considera usar lentillas desechables diariamente mientras estás de viaje. Ten un par nuevo para todos los días y así no será necesario que lleves soluciones y estuches.
- Acuérdate que no debes llevar un frasco grande de solución para las lentillas. Opta siempre por un frasco del tamaño permitido.
- Cuando viajes en avión, intenta llevar las lentillas, el estuche y la solución en el bolso de mano, a menos que quieras correr el riesgo de que tus lentes aterricen en Dublín mientras tú vuelas a Londres.
- La presión en las cabinas de los aviones puede hacer que el contenido de frascos y estuches para las lentes de contacto se derrame ligeramente. Para evitar que se moje todo tu bolso, coloca el estuche para lentillas y la solución en una bolsa con cierre hermético.
- Aunque es poco probable, tus ojos pueden irritarse mientras estás de viaje. Nunca debes ponerte las lentillas si tienes los ojos rojos o inflamados. Por eso, viaja siempre con tus gafas por si tienes alguna emergencia.
- Llama a tu optometrista si sientes alguna molestia en tus ojos y te aconsejará como mejorar o solucionarlo hasta tu vuelta.
Y por último, ¿cómo cuido mis lentes de contacto?
El mantenimiento de las lentes es el requisito fundamental para obtener su máximo rendimiento. La desinfección de las mismas ayuda a prevenir infecciones e irritaciones en los ojos. La limpieza provee un mejor uso y alarga la vida útil de las lentillas.
Procura siempre lavar y aclarar tus manos antes de manejar las lentes de contacto. Además, debes a diario vaciar y enjuagar el estuche con la solución indicada para evitar la contaminación de las mismas.
Existen tres tipos de limpieza fundamentales: la diaria, para eliminar la suciedad de todos los días; la desproteinización cada quince días y la esterilización cada tres meses a cargo de tu optometrista.