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La adaptación a las lentes de contacto
Blog_Opticlinick

Muchas personas que se inician con las lentes de contacto, tienen algunas
dudas sobre como usarlas de manera correcta.

Usar lentes de contacto puede ofrecer determinadas ventajas con respecto al uso
de gafas en determinados aspectos.

Las lentes de contacto proporcionan un campo visual total, pues su colocación
no interfiere en la visión: la persona percibe los objetos con un tamaño
similar al tamaño real. Por este motivo, las lentes de contacto están
especialmente indicadas en personas con anisometropía (diferente graduación en
ambos ojos).

En estos casos, sobre todo cuando existe mucha diferencia de graduación entre
un ojo y otro, es recomendable el uso de lentes de contacto, ya que con
gafas la imagen que se forma en cada ojo es de distinto tamaño y el cerebro no
puede juntarlas en una sola imagen.

No existen distorsiones laterales: como la lente de contacto se desplaza junto
con el ojo, la persona siempre está mirando por el centro de la lente.

Por el contrario, utilizando gafas no siempre miramos por el centro del cristal. Así, cuando dirigimos la vista hacia los lados o cuando las gafas no están bien ajustadas, los objetos pueden aparecer distorsionados o aparentemente desplazados, sobre todo cuando la persona tiene una graduación elevada.

Las lentes de contacto no se empañan con los cambios de temperatura, ya que al estar en contacto con el ojo, su temperatura es similar. Sin embargo, no se recomienda la sobre exposición a los rayos solares.

Para muchas personas el uso de gafas puede ser un problema, debido a que no se sienten cómodos con su imagen. Esto es más frecuente cuando la graduación es elevada, por lo que las gafas resultan menos estéticas y más incómodas.

En los últimos años se ha extendido el uso de lentes de contacto debido a determinadas ventajas que presentan frente a las gafas. Dichas ventajas no son solamente estéticas, ya que también pueden presentar ventajas ópticas, proporcionando en algunos casos mejor visión que las gafas. Por otra parte, resultan necesarias en determinadas profesiones así como en la práctica deportiva.

La adaptación a las lentes de contacto
La adaptación a las lentes de contacto es un proceso que se realiza en varias consultas. Durante estas consultas, el optometrista-contactólogo podrá determinar cuáles son las lentes que mejor se adaptan a los ojos del paciente.

Asimismo, el optometrista podrá revisar la visión del paciente una vez que tenga las lentes puestas. El número de consultas varía según la complejidad de la adaptación.

Finalmente, el óptico-contactólogo determinará el tipo de lentes más conveniente para el paciente.

Pasos para colocar las lentillas
Asegúrate de lavarte bien las manos antes de tocar las lentes de contacto. Algunos ópticos recomiendan aplicar siempre la lente de contacto por primera vez en el mismo ojo, para evitar la posibilidad de mezclar las lentillas para el ojo derecho y ojo izquierdo.

Aclara las lentillas con la solución para eliminar cualquier residuo (si vas a colocarte unas lentillas nuevas o lentillas desechables de remplazo diario, simplemente sácalas del envase y póntelas, no necesitas utilizar ninguna solución). Para no mezclar las lentillas, es mejor empezar siempre colocándote o quitándote la lentilla del ojo derecho.

Coloca la lentilla en la punta de tu dedo índice y asegúrate de que la lentilla está en la posición correcta comprobando el indicador de derecho y revés.

Con la otra mano levanta el párpado superior para evitar parpadear.

Baja el párpado inferior con los dedos que te quedan libres de la mano en
la que llevas la lentilla.

Mira hacia arriba y coloca suavemente la lentilla en la parte inferior del ojo.

Suelta lentamente el párpado y cierra el ojo un instante.

Pasos para retirar las lentillas

Lávate siempre las manos antes de quitarte las lentes de contacto.

Mirar hacia arriba y bajar el párpado inferior.

Comienza siempre con la lentilla del mismo ojo. Acostúmbrate a comenzar siempre con la del mismo ojo, para evitar así confundir la lentilla izquierda con la derecha.

Acerca el dedo índice al ojo hasta que toques el borde inferior de la lentilla.

Desliza la lentilla hasta la parte blanca inferior del ojo.

Puedes pellizcar suavemente la lentilla con el dedo índice y el pulgar y despegarla de los ojos.

Manejo y Cuidado
Lávate bien las manos. Lava siempre bien tus manos y sécalas con una toalla
libre de pelusa, restos de jabón o crema. Evita, además, cremas grasas para la
piel y las manos para disminuir la posibilidad de que tus lentes de contacto se
ensucien.

  • Es conveniente llevar uñas cortas. Procura llevar las uñas cortas, así disminuyes el riesgo de hacerte daño.
  • Para la mujer es preferible poner la lente de contacto antes del maquillaje.
  • Sentarse en la mesa, para practicar.  Siéntate en una mesa para que puedas encontrar con facilidad una lentilla que se haya caído. Un espejo plano sobre la mesa e ayudaría en este procedimiento.
  • Evita movimientos reflejos con los párpados y los ojos.
  • Cumple siempre con las indicaciones especiales del cuidado de tu tipo de lentes de contacto
  • No utilices agua del grifo o saliva para limpiar tus lentes de contacto
    (pueden contener bacterias).
  • Limpia el estuche y cámbialo frecuentemente.
  • No duermas con tus lentillas, a no ser que sean aptos para el uso durante la noche
  • No uses lentes de contacto caducadas por el bien de tu salud visual.
  • Retira tus lentes de contacto tan pronto como se presenten irritaciones en
    el ojo y acude a un especialista.
  • Utiliza gafas de sol habitualmente, sobre todo con sol y/o viento.

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